27
Aug

Do you need God? – ¿Necesitas a Dios?

(Scroll down to read in English)

by Elias Tona

 

Haya o no haya necesidad.

Esta semana estuve escuchando a un psicólogo pastor decir que, hay dos grupos de personas en tu vida, las personas que te buscan porque te necesitan, y las que te buscan porque te quieren. Por ejemplo, las que te necesitan son las que ayudas voluntariamente, pero que en ese proceso absorben  tu energía, son esas personas que siempre toman algo de ti pero no siempre les nace retribuir tu esfuerzo. Y aunque tu intención sea buena y genuina y tu interés no es ser premiado por la ayuda, llega un momento en que te cansas física, mental, y emocionalmente en el proceso. Y no es que ellos tengan mala intención, es que sencillamente su propia necesidad quizás los ha segado. Porque cuando tenemos necesidades, problemas, crisis, nos volvemos a veces egocéntricos pensando en cómo vamos a salir del problema, nos dejamos envolver en la preocupación y entonces el problema o la crisis se convierten en el centro del universo.

Por otro lado están las personas que te buscan motivados mas por el amor que sienten que por el beneficio que ellos obtienen de estar contigo. El amor de estas personas es probado en esto; ellas se acercan cuando te necesitan y cuando no también. La necesidad no es la escusa. Hacer algo por ti sin pensar en la retribución es más importante que medir la compensación y los intercambios de favores. A estas personas no los mueve la necesidad, los mueve más el valor que tu vida representa para ellos, haya necesidad o no haya necesidad.

Luego que escuche esta idea de los que te buscan porque te necesitan y los que te buscan porque te quieren  me quedé pensando en mi relación con Dios, en los momentos de adoración con Él, y me preguntaba cuál es mi verdadera motivación. ¿Lo estoy buscando porque lo necesito, o lo estoy buscando porque El es todo lo que necesito? No hay duda que Dios responde, El es bondadoso, amoroso, y cuando responde lo hace con abundancia, aun a aquellos que pensamos que no lo merecen, como dice el escritor de Eclesiastés (Eclesiastés 9:2). Pero pienso en esto, cuando he buscado a Dios solo cuando lo necesito, y la bendición ha llegado, en ocasiones, mi corazón ha llegado a abrazar mucho más la bendición que el Dios de la bendición. Entonces me pregunto ¿Seguiré buscando a Dios cuando ya sienta alivio con la misma intensidad que lo hice en medio de la crisis? Ahí creo que está la diferencia. Cuando busco a Dios movido por la profunda relación de amor que tengo con El, porque quiero conocerle más, escucharle más, y no solo por el problema actual o la petición del momento, entonces la crisis ya no es la única excusa para buscarlo, quiero estar con El porque El, y no la respuesta a mi oración, es mi única y principal necesidad. Cuando ya la tormenta se ha ido mi relación con El sigue enfocada en lo que El es y no solo en lo que El hace por mí. Podría perderlo todo, y Dios seguirá siendo lo único que necesito. Podría ganarlo todo, y Dios seguirá siendo lo único que realmente tiene valor en mi vida. Quiero adorarlo haya o no haya necesidad.

 

The “needing God or loving God” tests whether or not there is a need.

This week I was listening to a pastor-psychologist say that there are two groups of people in your life, the people who seek you because they need you, and those who stay close to you because they love you. For instance, those who need you are those who help voluntarily, but in that process absorb your energy, also those people who always take something from you but not always mean to reward your effort. And even if your intention is good and genuine and your interest is not to be rewarded, there comes a time when you get tired physically, mentally, and emotionally in the process. And it is not that they don’t have good intentions, it is that simply their own need has perhaps reaped (blind) them. Because when we have needs, problems, or going through crises, we sometimes become self-centered just thinking about how we are going to get out of the problem, and we allow ourselves to be wrapped up in that kind of thought and then the same problem or crisis becomes the center of our universe.

On the other hand are the people who seek you motivated more by the love they feel than for the benefit they get from being with you. The love of these people is proven in this; they approach you when they need you and when not also. Your need is not the only excuse. Doing something for you without thinking about retribution is more important than measuring compensation and exchanges of favors. These people are not moved by your need exclusively, they are moved more by the value that your life represents for them, whether there is need or there is no need.

After I hear this idea of ​​those who go after you because they need you and those who seek you because they love you, I kept thinking about my relationship with God, in my worship time with him, and I asked myself what my true motivation is. Am I looking for Him just because I need Him, or am I looking for God because He is all I need? There is no doubt that God answers my prayers, He is kind, loving, and when He responds He does it with abundance, even to those we think do not deserve (Ecclesiastes 9: 2). Then I think about this, when I have sought God only when I need him, and the blessing has come, on occasion, my heart has come to embrace much more the blessing than the God of the blessing. So, now I ask myself: Will I continue looking for God when I already feel relief with the same intensity that I did in the middle of the crisis? That’s the difference. When I seek God moved by the deep love relationship I have with Him, because I want to know Him more, to listen to Him more, and not only because of the current problem or the request of the moment, then the crisis is no longer the only excuse to look for Him, I want to be with Him because He, and not the answer to my prayer, is my only and main need. When the storm is gone, my relationship with Him is still focused on what He is and not only on what He does for me. I could lose everything, and God will remain the only thing I need. I could win everything, and God will remain the only thing that really has value in my life. I want to worship him whether or not there is a need.